El chocolate con churros tendrá que esperar a julio, porque la primera fecha patria se celebra comiendo pastelitos de membrillo o batata, fritos o al horno.
Probar un pastelito de membrillo o batata puede ser un evento canónico en la vida de alguien, tanto que comerlos en fechas patrias es una tradición bien documentada. El calendario "pastelero" empieza el 25 de Mayo, que es este domingo, en el marco del Día de la Revolución de Mayo
Así como los churros con chocolate son un clásico del 9 de Julio (al margen de la ironía por lo icónico que es ese menú en España), el 25 de Mayo se da por comenzada la época de pastelitos fritos, y si están cubiertos de almíbar, mejor.
Tan popular es el plato que embajadores e influencers se rinden por igual y así como hay quienes tienen recetas infalibles para hacerlos caseros también hay una demanda importante en las panaderías.
De dónde salió la costumbre de comer pastelitos el 25 de Mayo
El tradicional postre nos llega desde los primeros años de la conformación del Virreinato del Río de la Plata cuando se fusionaron las tradiciones indígenas con las costumbres españolas, dando lugar a las elaboraciones criollas.
Quizás por eso aparece en todas partes, desde las canastas en los actos escolares hasta las mesas en la merienda del 25 de Mayo. Probablemente el primero haya sido el de batata, pero el más popular sigue siendo el de membrillo, que llegó a estas latitudes gracias a los españoles en tiempos del Virreinato.
Los pastelitos son siempre fritos y se sirven cubiertos de azúcar, pero más de una vez se los ve brillantes y llenos de capas de hojaldre sobre los mostradores de las panaderías por la influencia mora, que usa el almíbar para poner encima de los dulces para impermeabilizarlos, conservarlos y comerlos cuando sea.
Los pastelitos verdaderamente criollos están hechos con una masa parecida a la de la empanada, que es menos trabajosa y más accesible a todas las familias.