Histórica por su profundo significado aquí y ahora. Celebratoria y festiva en una jornada de encuentros, abrazos, patas en la fuente, grupos de gente rancheando en las calles aledañas. Conmovedora también por sus dimensiones, por la multitud que en este domingo de sol desbordó la Plaza y sus alrededores, llegó saltando y cantando ya en los subtes y trenes, marchó suelta o encolumnada en una cantidad de organizaciones gremiales, sociales, barriales, identitarias, copó las calles y avenidas mucho más allá, las tomó a su modo.