A las 8 de la mañana (hora argentina) arrancó la cita ecuménica del olimpismo; Cecilia Carranza y Santiago Lange (yachting) fueron los abanderados de la delegación Argentina.
Con Cecilia Carranza y Santiago Lange como abanderados, la delegación argentina ingresó en el estadio Olímpico. A pura emoción y entonando canciones típicas de cancha, los atletas argentinos tuvieron su fiesta al entrar en el estadio. “¡Olé, olé, olé, cada día te quiero más!”, entonaban.
Grecia, primera delegación en desfilar
Fiel a la costumbre olímpica, la delegación helénica fue la primera en ingresar al estadio Olímpico durante el desfile. Por detrás suyo, el equipo de refugiados. Más tarde, Islandia. La Argentina aparecerá en el noveno lugar. Un detalle: los protocolos sanitarios hacen que las delegaciones desfilen con un número reducido de atletas.
Anillos de madera, toda una novedad
Los cinco anillos olímpicos aparecieron en la ceremonia inaugural confeccionados íntegramente de madera. Fue después de un segmento en el que se evocó a ese elemento, tradicional en la cultura japonesa. Se entonó la canción Komari Uttar, un himno de la clase trabajadora nipona. Kazunori Kumagai, artista japonés, hizo una actuación de tap.
Suena el himno japonés
Una profunda emoción domina al estadio Olímpico mientras se entonan las estrofas del himno nacional de Japón. Lo sucede un momento de recogimiento para homenajear a quienes perdieron la vida durante la pandemia del coronavirus. Lo interpreta el actor Mirai Moriyama y tras su performance se convoca a un minuto de silencio.
Un muro de alambre separa al público del estadio
Los tokiotas y el público en general no pueden acercarse a las entrañas del estadio. Deben conformarse con asistir desde afuera a la ceremonia inaugural. Un muro de alambres de hierro impide que los fanáticos lleguen hasta las puertas del estadio. Japoneses y simpatizantes en general hacen uso de cámaras de video, teléfonos celulares y máquinas de foto para captar lo que sucede en el estadio Olímpico.
Un comienzo dedicado a la pandemia del coronavirus
Atletas entrenándose en soledad, calles desiertas y el deporte en puntos suspensivos por la enfermedad que puso en jaque al mundo fueron las primeras imágenes que entregó la ceremonia. El estadio Olímpico se iluminó con fuegos artificiales y apareció Arisa Tsubasa, una enfermera que además es boxeadora y cuyo preolímpico fue suspendido por la pandemia. Así, se perdió los Juegos como deportista pero, de alguna manera, estuvo presente.
Protestas en las afueras del estadio contra los Juegos
El evento deportivo en plena pandemia de coronavirus provocó el descontento de la mayoría de los japoneses, que se opusieron a la realización de los Juegos y a la millonaria inversión realizada por el gobierno. Antes de la ceremonia hubo manifestantes que se autoconvocaron en las afueras del estadio Olímpico para expresar su postura contra la cita ecuménica del deporte olímpico en la capital japonesa.