La profesora Ana María Trainini es muy conocida en el ámbito de la cultura de Goya, como no ser conocida si ella siempre ha estado en la Municipalidad desde que fue recibida por el recordado intendente Antonio del Rosario Villarreal. Tal su presencia constante que el ballet municipal lleva su nombre. Por tales antecedentes no extraña a nadie que la profesora Ana María Trainini recibiera un nuevo reconocimiento a su trayectoria.
“Vine con el ballet oficial de Córdoba, hace casi 53 años que vine a Goya. Conocí muy poco de Goya, pero tuve la bendición de conocer a Tini Sánchez. Nos vimos nueve veces, nomas, por la distancia. Los que apostaban que no íbamos a durar más de 1 año han perdido miserablemente la apuesta. El 8 de julio cumplo 53 años de casada”, apunta la profesora, quien tiene 75 años muy bien llevados y es oriunda de Buenos Aires.
La profesora estuvo en el programa AM que conduce el periodista y locutor Carlos Gómez Muñoz, donde comentó exhaustivamente su vida artística y laboral.
Atribuye su principal formación a Rusia. “Estuve estudiando en la academia del bolshoi durante bastante tiempo. Fuimos a Leningrado, hoy San Petersburgo...yo no me quería volver, pero los costos no daban, estuve mucho tiempo, tuve como maestra particular a Lidia Usinova, a quien trajimos con la maestra Laura de Aira, de Misiones, junto a otro chico, Vasiliuk, de Kiev ”, dijo.
La profesora opina que para armar coreografías de danzas de otros países hay que tener respeto. Y pone el ejemplo de las danzas irlandesas: “Uno tiene que pedirle permiso a los duendes para presentar su historia en el escenario. Sino todo sale mal. He leído artículos donde ha pasado eso y les ha ido mal a los que representaban las danzas irlandesas”.
Otras obras que recuerda la entrevistada “La Dama de las camelias” que asombro a muchos. Y otra más impresionante: “Los gauchos judíos” que a la misma Ana María le causaban lágrimas”, dijo.
DISTINCION
A finales del mes de abril, Ana María recibió un reconocimiento del Senado Provincial. Sobre esto dijo: “Siento alegría orgullo, compromiso, porque no es cuestión de colgarse un cuadro con el premio. No hay que quedarse en eso, sino aprender a dar y dejar cosas”.