Por César López – Técnico Superior en Turismo
Fue un palacio erigido en la Ciudad de Empedrado, con el nombre Hotel Continental, pero conocido como la Mansión de Invierno. En el inicio del siglo XX, la clase alta de Buenos Aires construyó este “Titanic” mesopotámico que funcionó solo tres meses y se hundió en la frondosa vegetación de Corrientes.
Las ruinas del Hotel Continental son vestigios de una leyenda que engrandece a la historia de nuestra provincia y al origen del turismo nacional. Hace más de 100 años, en la localidad de Empedrado, se construyó la “Ciudad de Invierno”, donde se levantó un lujoso alojamiento, muy cercano al Río Paraná. Todo comienza, cuando a principios del siglo XX el Jet Set de Buenos Aires, comprando lotes en esta zona, decidió edificar una mansión y pasar sus vacaciones durante la estación más fría del año. Debido al clima cálido del litoral y buscando una alternativa al producto de sol y playa marplatense, se trasladaron desde la Perla de la Costa Atlántica, hacia otra perla, la del Paraná. En el afán acostumbrado de marcar tendencia, sin darse cuenta, la distinguida sociedad porteña de la época, escribió los primeros registros de la actividad turística en Corrientes y un breve relato épico de proezas y misterios.
Luego de arduas gestiones de inversores con apellidos como Anchorena, avellaneda y Luro, se subió el telón del legendario HOTEL CONTINENTAL, en el año 1914. Edificio de dos subsuelos, cuatro pisos y 150 habitaciones, conectado a un casino que estaba alumbrado por una araña alemana de 312 brazos de luces, al cual se accedía por un pasillo cubierto por paneles de vitreaux. ¿Su mobiliario? De Paris ¿Y la cristalería? De Murano, Italia. De arquitectura ecléctica, fusionó en sus ventanales los arcos de estilo italianizante con adornos del lenguaje francés. Esta fortaleza, fue diseñada por el arquitecto Luís agote, el ingeniero Valentín Virasoro y el urbanista europeo Carlos Thays, “el Jardinero de la Nación”, cultor de históricos espacios verdes de Buenos Aires. ¿Y como si fuera poco? La mansión estuvo inmersa dentro de un núcleo urbano a campo cerrado que superaba las 3000 hectáreas, compuesto por calles de 58 manzanas, 197 quintas y 24 chacras, con muelle, ferrocarril, un hipódromo, confitería, teatro, usina, agua corriente, escuela y una oficina policial. Aquella fue la famosa “Ciudad de Invierno” que convirtió a Empedrado en un cuento lleno de fábulas.
Tardó 2 años en construirse y su esplendor no duró más de 3 meses, algunos atribuyeron al inicio de la Primera Guerra Mundial, otros, a las pocas visitas recibidas. Las ruinas del HOTEL CONTINENTAL, hoy se encuentran dormidas en el paraíso correntino, olvidadas y destruidas por la acción de la naturaleza y la inoperancia de las políticas estatales. Fue un imperio o mejor dicho el Titanic de la Mesopotamia que sigue perdido en el fondo de nuestra historia y el turismo podrá rescatarlo.