
Según la acusación, el joven fue obligado a beber alcohol en exceso y sufrió diversos maltratos. Aunque el hecho fue investigado inicialmente como abuso de autoridad y abandono de persona, la querella reclamó un cambio de carátula a homicidio simple y la detención de los 11 oficiales denunciados.
“Me lo mataron, no hay ninguna duda. Lo supe desde el principio y vivo con un dolor inmenso en el alma. Estoy todo el tiempo haciendo trámites por la causa y todavía no pude caer. Siento que tampoco me lo puedo permitir, porque trato de ser un poco el sostén de la familia”, dijo Ezequiel.
Matías Chirino era de Córdoba y luego de egresar del Colegio Militar en diciembre había sido destinado a Paso de los Libres para los primeros cuatro años de su carrera en las Fuerzas Armadas.“Apenas llegó, averiguó sobre un gimnasio y una academia de inglés para seguir formándose. También buscaba lugares para dejar el currículum de su novia, Valentina, que se está por recibir de contadora. Tenían el proyecto de vivir juntos en Corrientes”, contó.
Ezequiel se había alojado en un hotel de la ciudad correntina. Y como el domingo era el Día del Padre, Matías le propuso un plan: “‘Quedate conmigo, comemos algo al mediodía y después te volvés a Holmberg’, me pidió. Yo le iba a dejar el auto para que se pudiera mover ahí. Y no me puedo sacar de la cabeza lo que me dijo antes de irse:‘Te juro, viejo, que estoy cagado de miedo’”.

Además de Ezequiel Chirino, Mónica perdió a un hijo y Ariana, de 18, a un hermano.“Ellos están destrozados. Todavía no podemos creer lo que pasó. Toda esa ilusión que Matías tenía, estas lacras se la derrumbaron en unas horas”, aseguró Ezequiel, y reveló que “Ari le prometió a Matías que iba a estudiar, y mientras estudia llora con sus fotos”.
Con información de TN