El Comité de Prevención contra la Tortura dio a conocer un informe realizado en el marco de la investigación por presuntos abusos, malos tratos y muerte de un chico.
Un informe elaborado por el Comité de Prevención contra la Tortura en Corrientes reveló impactantes detalles sobre las investigaciones por los presuntos abusos, malos tratos y la muerte de un adolescente en los hogares Rincón de Luz y María de Nazareth, de la localidad de Virasoro. Además, esa entidad, conformada por integrantes de los tres poderes del Estado y organizaciones de derechos humanos, fue aceptada como parte en la causa y participará de la nueva autopsia del cuerpo del menor hallado muerto.
El Comité tomó conocimiento de cuatro extrabajadores de los hogares que fueron condenados por abuso de menores, uno de ellos por abusos en el propio hogar.
En una entrevista con la jueza de Garantías Silvia Benítez y con el fiscal de la Unidad de Recepción y Análisis de casos, Aníbal Cazarré, pudieron saber que “el 9 de abril de 2021 ya hubo una denuncia contra la responsable del dispositivo Rincón de Luz, de una de las orientadoras del hogar por castigos y malos tratos. Adjunto a este expediente corre la denuncia por abuso a una menor por parte de un empresario de la localidad”.
“Esta denuncia, resulta un antecedente muy claro de la existencia de un sistema para silenciar e invisibilizar estas situaciones”.
“Todos los testigos/involucrados negaron en sede judicial los hechos, hechos que hoy incluso se tiene conocimiento y se encuentran asentados en 27 cuadernos de actuación diaria de los hogares, registros donde se describían los castigos a los niños y niñas, entre ellos, semanas de encierro en sus habitaciones, saliendo solo para comer e ir al baño”.
“La mayoría de las personas que negaron los hechos, hoy siguen siendo personal a cargo de los niños en los hogares, esto requiere de una solución urgente”.
“La denuncia por abusos fue ratificada por la víctima en sede judicial”, precisa el documento al que tuvo acceso El Litoral.
La muerte de Claudio Flores, el chico de 14 años bajo la guarda, tutela y responsabilidad del Estado se dio en circunstancias aún no esclarecidas.
La carátula del expediente es por muerte dudosa, a pesar de que en los medios periodísticos en primera instancia se hizo rodar la versión del suicidio.
“Es que claramente falta un eslabón en la cadena de tiempo. En el expediente se deja constancia de que un orientador encuentra a C.F. sentado en la cama con una chalina o bufanda en la cama y con su hermano menor llorando al lado, no fue encontrado en situación de ahorcamiento”, dice el informe.
Cabe destacar que gran parte de los orientadores que estaban en ese turno siguen a cargo de los chicos en los hogares.
En el marco de la investigación surgieron las denuncias de las chicas y chicos que ya han sido externados de los dispositivos por malos tratos, castigos y abusos.
“Por cuerda separada corre la investigación sobre los funcionarios intervinientes, donde no solo se debe marcar la responsabilidad directa de la directora Sonia Prystupczuk, sino que también se debe profundizar en la cadena de responsabilidades”, precisa el documento.
Ayer, por orden judicial, los restos de Claudio Florez (14) fueron exhumados para una necropsia. La decisión judicial se tomó a partir de una denuncia de un familiar que, con el abogado Eduardo Etchegaray Centeno, presentaron el 10 de marzo para que se investiguen las causas del deceso del menor.
“Queremos que se puedan establecer las causales de la muerte. Hoy se va a empezar a saber la verdad de lo que pasó con Flores”, expresó el abogado.
“Nos merecemos que la Justicia esté a la altura de las circunstancias, hay elementos para avanzar en la investigación”, aseguró el letrado.
“En realidad, sería confirmar lo que todos sospechan: manejamos la hipótesis del homicidio, desde el primer momento. El pibe no tenía motivos para quitarse la vida y en la habitación donde lo hallaron no se preservó la escena para que trabajen los peritos”.