"No pudo el diluvio apagar la fe de nuestro pueblo", titulaba en tapa el diario época luego de aquel histórico 9 de abril cuando el papa Juan Pablo II pisaba suelo correntino.
Ese día una lluvia impresionante cayó sobre la ciudad, pero nada impidió que una multitud se congregase en el altar ubicado en Independencia y Chacabuco.
"La fe superó la lluvia", titulaba el artículo principal en la edición del diario del viernes 10 de abril de 1987, la cual dio amplia cobertura a la histórica visita.
En su homilía, Juan Pablo II resaltó al principio "el valor del matrimonio indisoluble y del auténtico amor conyugal".
En relación a nuestra región expresó: "la profunda transformación económica a la que se encamina la Mesopotamia –sobre todo a través del aprovechamiento de su potencial hidroeléctrico-irá acompañada por una constante mejora interior que os conduzca por caminos de auténtico progreso integral: humano y cristiano".
"Ustedes han demostrado una gran resistencia y por eso les dejo esta bendición especial", dijo el Sumo Pontífice a la multitud que permanecía estoica bajo el diluvio.
Y la gente respondía: "y llueve… y llueve… y el pueblo no se mueve".
En guaraní
El papa Juan Pablo II tuvo un saludo especial "a los primeros habitantes de esta tierra. Esta vez, en lengua guaraní: Ché rohaihú, pendé aipó hagüeicha. Pe Caraí Paí Roque González iñrandú tenondé. Pendé Rú ha ñandé Rú, tapendé yovasá"
La traducción del saludo papal sería: "Yo los quiero como ustedes me quieren. El señor cura Roque González fue inteligente y se destacó. Vuestro Padre (el Papa) y nuestro Padre Celestial (Dios) os bendice".