Boca Juniors clasificó a los 16avos de la Copa Argentina al golear por 4 a 1 en el estadio Mario Kempes de Córdoba a Central Córdoba de Rosario, de la Primera C.
Más allá de la diferencia final en el resultado, a Boca se le complicó en la etapa inicial, donde el conjunto rosarino aceptó por momentos el golpe por golpe y en más de una oportunidad puso en apuros a una línea defensiva del Xeneize que no termina de ofrecer garantías, más allá de los nombres que la integren.
El primer tiempo fue de mayor paridad que lo esperado. Si bien el equipo de Sebastián Battaglia mostró su poderío individual, no pudo evitar descuidarse atrás y dejar que los rosarinos también lo pusieran más de una vez contra las cuerdas.
Un Matías Giroldi por muchos pasajes impasables fue el primero en frustrar a Pol Fernández, y a los 13 minutos pareció que el Xeneize se encaminaba cuando Óscar Romero rompió líneas con un pase para Nicolás Orsini, quien definió con un violento remate al primer palo.
El Charrúa encontró la igualdad y cambió el partido: Gonzalo Ríos envió un centro desde la izquierda que cabeceó a la carrera Guido Di Vanni, alto y a la red.
El partido se hizo de ida y vuelta. Un par de opciones desperdiciadas entre Salvio y Orsini privaron a Boca de volver a ponerse arriba, aunque los rosarinos no se quedaron atrás y también complicaron a García con dos ocasiones muy claras en los pies de Gonzalo Gómez.
Antes del entretiempo, el desconcierto de Boca era completo, no podía recuperar el balón y Tomás Gaitán fue quien dispuso otra chance con un potente remate que se fue apenas arriba del travesaño, mientras que en el área de enfrente Orsini casi convierte el segundo, pero Paulo Killer le sacó el tiro sobre la línea, cuando ya estaba vencido Giroldi.
En el complemento, y luego de que el técnico Sebastián Battaglia introdujera algunas variantes, Boca encontró los goles a través de Orsini, y los ingresados Luis Vázquez y Exequiel Zeballos, de penal, que destrabaron un partido complicado, aprovechándose de que su rival se había quedado sin resto físico.