La sobreoferta hace que los horticultores reciban $3.000 por un cajón de 20 kilogramos, lo mismo que los consumidores pagan el kilo en góndola.
Los horticultores de la región productiva de Santa Lucía, en la provincia de Corrientes, siguen inmersos en una grave crisis. Hace unos días tuvieron que tirar los tomates que habían cosechado por no poder competir en precio con los importados de Chile. Ahora, la "sobreoferta" hace que reciban por un cajón de 20 kilogramos el mismo monto que los consumidores pagan el kilo en góndola.
Miguel Tomasella, referente del sector, declaró al diario correntino Época que les están ofreciendo unos $3.000 por cajón. Por tal motivo, el productor decidió tirar 60 cajones el viernes de la semana pasada y evalúa hacer lo mismo esta semana. "Una de las quejas de los centros de distribución es que están muy maduros", explicó.
El argumento de las verdulerías o los mercados centrales señala una superproducción, lo que hace bajar el precio de los tomates en el mercado interno por la rapidez con que se deterioran. En ese escenario, varios horticultores planean regalar la producción en la ruta, como lo hicieron otros años. Otros, directamente evalúan dejar la actividad en los próximos meses.
"Estamos con el ánimo por el piso en la zona. No sé si en mi caso particular seguiré cosechando la fruta. Para salvar la campaña necesito recibir unos $15.000 por cajón", señaló Tomasella.
"No se está viendo la gravedad de la situación, ya que si no trabajamos, no tendrán más para vender. En consecuencia, habrá escasez y los valores del kilo subirán fuertemente. Es todo un drama. El productor lo único que sabe hacer es trabajar y nosotros solo sabemos cosechar tomate", agregó el productor.