Vivía en Piedrabuena en el sur pero tuvo que volver a Formosa. El casino de Río Gallegos nunca le quiso reconocer el premio que obtuvo en una maquinita. Está en juicio y espera. “No me queda otra”, aseguró.
El 7 de julio de 2022, hizo 10 jugadas con $6.000 y la máquina le arrojó la cifra millonaria. Las autoridades de la casa de juegos de rio gallenos aun no le pagaron y aseguran qeu se trato de una falla.
El jueves 7 de julio de 2022, Antonio Miranda tuvo un golpe de suerte. Aquella tarde, en el casino de Río Gallegos, colocó $6.000 en una máquina tragamonedas, realizó 10 jugadas y un cartel luminoso hizo resplandecer su cara.
La inmediata alegria se desvaneci a lso pocos minutos, caundo una amleada del casino le dijo qeu los 00 millnoes qeu ahbia ganado no existian. Que habia sido un error del sistema. Acto seguido, la mujer desenchfuo la mauina reinicio sus funciones y le pidio a Miranda que se fuese a sdu casa, qeu no ba a cobrar nada.
"La jefa de la sala me dijo que era deshonesto por querer cobrar loq eu ganó", contó Miranda en aquel entonces.
A casi dos años de aquel episodio, Miranda aguarda una nueva audiencia -prevista para el próximo 27 de junio-, en el que él y su abogado, doctor Gustavo Insaurralde, se enfrentarán
con las autoridades del casino ante la presencia del juez.
LA HISTORIA
Con su su madre enferma y haciendo changas: así vive el hombre que ganó 100 millones en un casino
“Vine a Formosa porque con la crisis en Piedrabuena no había trabajo. Además, estoy cuidando a mi madre que está muy enferma. Y esperando. Estamos en juicio, pero hasta ahora, nada. Aquí la cosa tampoco está muy buena. Por eso vivo de changas. Pero la vamos llevando”.
La palabra de Antonio Miranda que está en Formosa, donde reside hace algunos meses. La enfermedad de su madre y la falta lo trabajo lo llevaron a dejar la localidad santacruceña que hasta entonces era su lugar en el mundo. A casi dos años de aquel hecho que se hizo viral a nivel nacional todavía espera una respuesta. “Pero esto va para largo, espero estar vivo para cuando se resuelva”, dijo con resignación a este medio.
Vale la pena recordar la historia de Antonio, esa historia que lo hizo ocupar espacios en los principales medios de prensa del país. Ocurrió el 7 de julio de 2022. Desde Piedrabuena viajó a Río Gallegos, capital de Santa Cruz para hacer algunos trámites. Y como en todo trámite en en Estado, la burocracia impone sus tiempos.
Tenía que esperar y decidió hacer tiempo en un casino local. Antonio Miranda recuerda que ese día “hacía mucho frío y viento”. Demasiado para esperar sentado en una plaza. Entonces decidió ir al casino. Antonio se sentó frente a una maquinita. Tenía seis mil pesos. Y empezó a apostar. De pronto, una serie de luces se iluminaron frente a él y la máquina le daba la gran sorpresa de su vida: había ganado 100 millones de pesos. Ese albañil de manos rugosas se había vuelto millonario.
Pero la alegría duró poco. Por entonces, tenía 56 años y por algunos minutos pensó que su vida había cambiado para siempre. Pero no fue asi, al menos hasta ahora. Cuando la maquinita le dio la sorpresa una empleada del casino se le acercó y le dijo que la máquina había fallado, que hubo un error. Y que por lo tanto no iban a reconocer lo que ganó. El hombre contó con la colaboración de otras personas presentes en la sala de juegos y le sacó fotos a la maquinita que hoy resultan su mayor prueba. Pero hay otra más: estaba habilitada para jugar. Y nadie del casino le dijo que no podía usarla.
Desde aquel día todo cambió para Antonio. Pero no para bien, lamentablemente. Se quedó sin trabajo, sufrió problemas de hipertensión y otros inconvenientes en su salud producto del estrés que le produjo el hecho.
Inició un juicio a través del estudio del abogado Gustavo Insaurralde. Pero la palabra de Antonio Miranda expresa todo lo que hay que saber: “Hay que esperar porque hay un juicio en marcha. No me queda otra. Mientras tanto estoy aquí en Formosa porque mi madre me necesita. Cuando surge algún trabajo, salgo y lo hago. Y así vamos viviendo”, le dijo a este medio desde el norte del país.
Tiene tres hijos y tres nietos que viven en Buenos Aires. Trabajó desde los 16 años y su vida siempre fue de sacrificio. Es hijo de madre soltera y tiene tres hermanos. “Ahora ella me necesita, siempre nos crío sola y nos dio lo mejor”, agregó.