Celulosa Argentina ha cerrado un aserradero en Corrientes y ha despedido a sus empleados debido a una reestructuración en el negocio forestal. Esto ha llevado a preguntarse si habrá espacio en el futuro para los aserraderos más pequeños e ineficientes de Misiones y Corrientes en un sector forestal donde los grandes actores están experimentando cambios significativos.
Grupo Tapebicuá, que está controlado por Celulosa Argentina, recientemente cerró el aserradero de pino San Charbel en Corrientes. Según fuentes del sector, alrededor de 70 empleados que trabajaban allí ya han sido indemnizados. Tapebicuá es uno de los principales grupos forestoindustriales del país, junto con Arauco Argentina, Laharregue-Chodorgue, Forestal Las Marías y otros. Recientemente, se unió a este grupo el aserradero austriaco Acon Timber.
La base principal de Tapebicuá se encuentra en Gobernador Virasoro, donde tienen un gran aserradero de compensados fenólicos que es líder en el país, con una producción anual de 60.000 metros cúbicos. Hace algunos años, Tapebicuá adquirió el establecimiento San Charbel a TC Rey SA. Sin embargo, San Charbel es una operación menor dentro de la cartera de negocios forestales del grupo.
La decisión de cerrar una unidad de negocios por parte de una empresa de gran escala como Celulosa Argentina generalmente se debe a una reestructuración y a deshacerse de unidades no rentables. Esto indica que se esperan cambios en el futuro que podrían afectar a otros aserraderos más pequeños e ineficientes. La puesta en marcha de Acon Timber, que es el aserradero más grande del país, también representa un desafío para los aserraderos más pequeños, ya que tendrán que competir con una industria a gran escala que puede lograr eficiencias significativas.
En general, en todos los sectores económicos del país se está viendo una tendencia hacia la competencia, la eficiencia y la reducción de costos para producir más al menor precio posible. En el caso específico de Celulosa Argentina, la empresa facturó 175.354 millones de pesos en los nueve meses que finalizaron el 29 de febrero pasado, y Grupo Tapebicuá representó el 10% de esa facturación.
Además, se ha producido un cambio importante en la estructura de Tapebicuá con la salida del gerente general Marcelo Torrisi, quien estuvo en la empresa durante casi 25 años y lideró el negocio forestal con sede en Virasoro.
En resumen, la situación actual indica que los aserraderos más pequeños e ineficientes podrían enfrentar dificultades en el sector forestal, donde se prioriza la eficiencia y la competitividad. La reestructuración de Celulosa Argentina y la presencia de grandes actores en el mercado sugieren que adaptarse a los cambios será crucial para la supervivencia de los negocios en este sector.
(PLAN B NOTICIAS MISIONES)