La Coordinación de Discapacidad se sumergió en una jornada única al participar en las actividades de puertas abiertas del Batallón de Ingenieros de Monte 12. Niños, adolescentes, jóvenes y adultos de los centros de contención tuvieron la oportunidad de explorar las instalaciones de la Guarnición Militar Goya, descubriendo de cerca los elementos de uso militar y las unidades móviles.
La profesora Liza Kammerichs expresó su gratitud por la cálida acogida y la dedicación del teniente coronel Sergio Fabián Ortiz y de cada soldado, destacando su vocación de servicio, respeto y apoyo a los beneficiarios de los centros y talleres de la Coordinación. Esta enriquecedora experiencia dejó una huella imborrable en los corazones de los participantes, quienes, como gesto de agradecimiento, brindaron sonrisas a sus guías, demostrando la alegría y la conexión humana que trasciende las barreras de la discapacidad.
Durante la visita a la Guarnición Militar Goya, los niños, adolescentes, jóvenes y adultos de los centros y espacios de contención de la Coordinación de Discapacidad tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones, familiarizarse con los elementos de uso militar y conocer de cerca las unidades móviles. La interacción con el teniente coronel Sergio Fabián Ortiz y el personal militar dejó una huella de respeto, admiración y gratitud en cada uno de los asistentes.
La profesora Liza Kammerichs, en representación de la Coordinación de Discapacidad, expresó su agradecimiento por la calidez y la dedicación demostrada por el jefe del Batallón y cada soldado presente. Destacó la importancia de esta experiencia enriquecedora, que no solo permitió a los participantes conocer el ámbito militar, sino también brindarles la oportunidad de compartir momentos especiales y aprender sobre valores como el servicio, el respeto y la solidaridad.
Esta jornada de puertas abiertas no solo fue una oportunidad para explorar nuevas experiencias, sino también un recordatorio de la importancia de la inclusión, la empatía y la conexión humana. Los participantes, agradecidos por la experiencia vivida, demostraron su alegría y aprecio regalando sonrisas a sus guías, dejando en claro que la verdadera riqueza de un encuentro radica en el intercambio de valores y en la capacidad de unir corazones más allá de las diferencias.