El grupo Virus, perteneciente al movimiento del rock en español de los años 80, llegó a Goya en el marco de una nueva gira por la celebración de los 40 años de su creación.
En el concierto, Marcelo Moura se repartió el rol vocal con Julio Moura para repasar su cancionero repleto de éxitos y clásicos.
Este miércoles fue la primera noche de festival en Costa Surubí, en el marco de la Fiesta Nacional del Surubí. Debido a las inclemencias del tiempo, es decir, la lluvia, la banda Salon Solar decidió que tocará otro día y así aceleró la actuación de Virus, la banda de rock que tuvo su momento de auge con Federico Moura en los años 80. Antes de Virus, se presentaron las candidatas a reinas.
Seguidamente, tras un impasse, el concierto de la banda Virus que hizo un recorrido por los viejos tiempos del rock latinoamericano es el que nos regaló esta noche Virus. La emblemática banda se presentó con un concierto lleno de nostalgia donde se echó de menos la oscura sensualidad de Federico Moura. Pero los fanáticos disfrutaron una noche-madrugada llena de recuerdos gracias a los clásicos éxitos musicales del grupo, liderado por los hermanos Marcelo y Julio Moura. De la mano de canciones como "Imágenes Paganas", "Amor Descartable", "Sin Disfraz", entre otros, lograron encender al público que llegó en buen número al auditorio que rodeaba al escenario "Juan Melero".
El espectáculo comenzó con el clásico de Federico Moura, "Imágenes Paganas", que se hizo escuchar con fuerza. Los fanáticos conocen cada acorde de este sencillo y más aún la letra. Un track como este, considerado uno de los mejores del rock en español, suena más o menos así: "Un remolino mezcla, los besos y la ausencia, Imágenes paganas, Se desnudan en sueños".
Le siguió el tema "Lugares comunes" y minutos después los fanáticos, desde el inicio, ya se sintieron en una fiesta gracias a "Tomo Lo que Encuentro", canciones del recuerdo y muy bien elegidas para iniciar la noche.
Después, la banda siguió su programa con el tema "Superficies de Placer". Esta es una canción que salió un 20 de septiembre de 1987. Pertenece al sexto disco del grupo platense y fue grabado por primera vez en Río de Janeiro. Aún está en YouTube la versión en vivo interpretada por Federico Moura en Obras Sanitarias, en el año 1987.
La banda "Virus" tiene un sonido de sintetizadores y guitarras – violas eléctricas que no ha cambiado con los años y se notó su antigüedad, con la canción "Me puedo programar". Ya que muchos jóvenes de hoy no entenderán qué significan al menos dos palabras de la frase "sintonizando el dial", habida cuenta de que pocos saben qué es un "dial".
Cuando era la medianoche, llegó el tema "Cierro los ojos", cuya letra refleja la sensación de desorientación y anhelo que se experimenta tras la pérdida o la distancia en una relación amorosa.
Otro tema interpretado por los tres miembros originales de la banda fue "Destino Circular", que comparte el mismo "riff" que otros éxitos cantados por Federico Moura, como es el caso de "Desesperado secuencia uno".
Los hermanos Marcelo y Julio Moura comandaron una cabalgata de canciones inoxidables, que tuvieron un alto impacto, ya que en todo momento se sentía la ausencia de su voz principal. Y fue justamente la canción "Ausencia" que entonaron y la letra es elocuente: "Las cosas se alejan de mí. Y yo debo seguir soñando. Ausencia que vuelve a traer. El recuerdo de cada día".
Luego de unas palabras al público preguntándoles por la lluvia, Virus interpretó "Amor descartable". Es una canción incluida en el álbum de estudio "Relax" de 1984. El raid de éxitos continuó luego con la canción "Pronta entrega", que hizo delirar y gritar literalmente a los más fanáticos. Es una canción que, con su letra y melodías casi oníricas, enamoró a generaciones. Virus se caracteriza por su estilo new wave y post-punk, que en esta canción se combina con letras introspectivas y un tono melancólico.
Minutos después, el concierto siguió su derrotero con "Mirada Speed", una pieza que combina ritmos pegajosos con letras que invitan a la reflexión. Y en esta canción, una metáfora de la atracción y el impacto que una simple mirada puede tener en el corazón de una persona.
Algunos tonos de Federico Moura aparecieron con fuerza en la voz de uno de sus hermanos con "Hay que salir del agujero interior".
A las 00:33 empezaron a despedirse, con palabras de agradecimiento de Marcelo al público de Goya, en especial a los jóvenes. Esto fue el preludio de otros temazos como "Wadu wadu", o “Luna de Miel”, mientras el público pedía más. Quedó la sensación de que otras épocas fueron mejores que esta, al menos en lo que a música se refiere