En la entrevista se cuenta cómo la bajadita, lugar donde jugaba con otros niños se transformó en el Gran Paseo del Poeta. De cómo una respuesta ingeniosa de un vecino hizo que Osella no pudiera “recular” y accedió a hacer el pavimento en forma compartida.
El actual senador Ignacio Osella, ya en un momento más sosegado de su vida, tras transitar los difíciles trasiegos de la intendencia municipal recuerda algunos hitos o grandes logros de su gestión, que indudablemente han cambiado el aspecto de Goya en los últimos lustros.
Hablo con el periodista y locutor Carlos Gómez Muñoz, con quien repasó algunas de las cosas que hizo como Intendente. En el programa AM que se emite por FM Norte se refirió a obras en la Costanera: “Se esta trabajando en nuestra costanera, cuando llegamos en el año 2005, lo que hicimos fue ganar espacios, y asi fuimos avanzando con una especie de terraplén de avance. La gente se reía de nosotros, pero finalmente logramos. Lo que pasaba históricamente era lo siguiente: El vecino por cuestiones de seguridad y de cerramiento de sus propios terrenos cerraba la costa. Entonces, primero, rellenamos “la bajadita” de la Costanera. La bajadita, para quienes vagamos toda nuestra vida en el rio, ese era el lugar donde nos juntábamos, llegábamos en bicicleta cuando teníamos 12 años, nos tirábamos al rio, algunas veces nos llevo la Prefectura también. El asunto es que a esa bajadita la rellenamos con tierra y fuimos avanzando con escombros gruesos, fuimos avanzando y hoy tenemos ahí el Paseo de los Poetas. Después avanzamos y recuperamos entre San Martin y Alvear, donde también se recuperó esa zona y hasta la Madariaga, en la zona de la bomba. Las cosas se van haciendo de a poco, lo importante es empezar, después vemos… muchas veces hemos cometido errores pero lo importante es empezar. Y largamos y funcionó”.
EL MITA Y MITA
Osella y los orígenes del Mita y mita: “ “Lo mismo que el Mita y mita. En el año 2006 nos fuimos a hablar con algunos vecinos que querían que les hagamos el pavimento porque estábamos haciendo pavimento cerca de su casa y decían: “para que no se vayan las máquinas hagan el pavimento ya”. “No. No nos daba el presupuesto, no podemos”, les dijimos. Y por ahí a uno de los vecinos se le ocurre y dice “¿y si ponemos parte del cemento? Y ahí ya me toreó grande ese vecino. Y entonces, no pude recular y les respondí: “bueno si ustedes ponen la mitad”. Y así empezó el “Mita y mita” y fuimos perfeccionándolo. Nunca hubo una ordenanza. Fueron acuerdos de palabra que hacíamos con los vecinos y que hacían los vecinos entre si y se han hecho cientos de cuadras. A fuerza de vender empanadas…hay un recuerdo muy lindo que siempre me emociona al pensar: en la calle John Kennedy que se llama ahora José Scófano estaban juntando la plata para el cemento y un dia deciden hacer la fiesta del Día del amigo. Hicieron la fiesta en que hacía mucho frio…eran vacaciones de julio, jugaron a la loteria y bailaron de noche en un terreno baldío. Y me contaba Tere Maidana quien fue presidenta del barrio, que como era vacaciones de julio vino mucha gente que vivía en Buenos Aires, que eran vecinos y que vino y fue un fiestón, con más de 400 personas. Juntaron plata para hacer una cuadra y media o dos. Fue muy lindo, porque fue el Dia del Amigo. Y eso fue juntarse y arremangarse es muy pero muy importante”.
EL PARQUE INDUSTRIAL
“Lo mismo con el Parque Industrial, fueron los mismos empresarios. De eso se acuerda Miguel Galarza, él estaba encabezando eso, y un día le digo “aunque sea un galponcito hace” porque es un efecto de demostración, asi se llama en sociología. Cuando la gente ve que se está haciendo la gente se contagia. Cuando ve que no se hace nada, la gente no se contagia. Y Miguel hizo un galponcito. Hoy están todas las fábricas de bizcochitos que hace Galarza, que son adictivos…la gente se embaló y siguió asi. Y hoy es una cosa maravillosa, hay que ver la estación de servicios que hicieron que es extraordinario. Ahora estamos gestionando para ver si se puede instalar una escuela técnica cerca del Parque Industrial”, dijo Osella.