Querido padre Miguel, en su cumpleaños, le agradecemos por ser un instrumento de Dios que nos acerca al amor y la misericordia. Que siga siendo un buen misionero para todos. Que tenga un muy feliz y santo cumpleaños. Que la Virgen sea siempre su perpetuo socorro.
En este día tan especial en el que celebramos el maravilloso don de su vida, elevamos nuestros corazones en acción de gracias.
Queremos expresarle nuestra más profunda gratitud y aprecio no solo por ser un guía espiritual, sino por ser un fiel y amoroso pastor para nuestras comunidades del campo.
Su ministerio es un verdadero faro de luz. Gracias por su paciencia en la confesión, por la fuerza en la predicación de la Palabra, y por la fidelidad con la que administra los Sacramentos, acercándonos cada día más a la gracia de Dios.
Que en este nuevo año de vida, el Señor Jesús lo colme de salud. Que la Santísima Virgen María del Perpetuos Socorro, lo proteja y lo guíe en cada paso de su camino, y que el Espíritu Santo renueve su fuego y su fortaleza para seguir sembrando la semilla del Evangelio.
¡Que Dios lo bendiga inmensamente en su cumpleaños! ¡Muchas felicidades, querido Padre Miguel!


















