El ex arquero de Huracán de Goya fue declarado culpable por montar un falso negocio de inversiones bajo el nombre “Tradeking” que habría perjudicado a más de un centenar de personas. Su madre fue absuelta por el juez Ricardo Carbajal.
Este miércoles, Cristian Dening fue declarado culpable del delito de estafa en modo continuado por el Tribunal Oral Penal de Goya, en el marco de una causa que investigó una maniobra piramidal bajo la fachada del falso negocio de inversiones “Tradeking”.
De acuerdo con información del corresponsal de Radio Sudamericana en Goya, Rafael Palacios, el juez Ricardo Diego Carbajal dictó una pena de 5 años de prisión y ordenó su detención inmediata, disponiendo su traslado a la Unidad Penal N° 8 de ese distrito del Servicio Penitenciario de Corrientes.
En el mismo fallo, el magistrado absolvió a la madre del acusado, Gabriela Elizabeth White, al no hallarse pruebas que acrediten su participación en la estafa.
Luego de un cuarto intermedio y promediando el mediodía de la misma jornada de este miércoles se realizó la audiencia de cesura de pena y allí volvieron a escucharse los alegatos de las partes.
El fiscal, doctor Francisco Arrue solicitó la pena de cinco años para Dening. Los querellantes conjuntos, doctores Pablo Fleitas y William Maidana, en representación de las víctimas solicitaron la pena de seis años.
Por su parte, la defensoría oficial estuvo a cargo del doctor Fernando Andrés Buffil solicitó tres años de condicional.
El caso involucró a más de un centenar de damnificados en Goya, con un perjuicio económico estimado en 100 mil dólarese ntre 2021 y 2022. Según la acusación fiscal, Dening captaba inversores prometiendo altas ganancias en dólares, pero los fondos de nuevos aportantes se utilizaban para pagar supuestas rentabilidades a los anteriores, en una clásica operatoria piramidal.
En su veredicto, el doctor Carbajal remarcó la gravedad del hecho y el perjuicio ocasionado no solo en el plano económico, sino también en el social y emocional de las personas afectadas.
El magistrado señaló que se trató de un delito continuado, con más de veinte hechos probados, lo que acentúa —según sus palabras— “la magnitud del injusto y la extensión del daño”. Explicó que la pena debía ubicarse en el tercio superior del marco legal previsto, en atención a la reiteración y la modalidad de engaño utilizada, aunque sin llegar al máximo, al no registrar el imputado antecedentes penales.
En su argumentación, el juez destacó además la especial gravedad del caso por el vínculo de confianza que existía entre el acusado y sus víctimas. “El impacto social de este tipo de delitos no solo afecta al patrimonio de las víctimas, sino también a su entorno familiar. En el caso, la afectación alcanzó al círculo de confianza directo, incluso a amigos de toda la vida”, expresó. Concluyó que esas circunstancias justifican la imposición de una pena de cumplimiento efectivo y la prisión preventiva inmediata.
El juicio comenzó el 17 de octubre. En total declararon 22 testigos en las audiencias previstas, la mayoría de los ellos fueron víctimas de la estafa.
Para dar apariencia de formalidad, el acusado alquiló oficinas cerca de la costanera de Goya. Los contratos eran pagarés o comprobantes sin membrete, y los pagos iniciales a algunos clientes generaron confianza y atrajeron a nuevos aportantes, configurando un esquema piramidal o Ponzi.
Cuando el flujo de dinero disminuyó, Dening se trasladó a Charata (Chaco) y luego viajó a España, donde permaneció hasta poco antes del inicio del juicio, regresando para enfrentar el proceso.
El caso presentó similitudes con el de Generación Zoe, la organización encabezada por Leonardo Cositorto, que también operó en Corrientes bajo una estructura de inversiones falsas y promesas de rendimientos extraordinarios.
FUENTE: RADIO SUDAMERICANA


















