Cada 7 de octubre se conmemora esta advocación conocida como la patrona de los navegantes españoles que une fe, historia y cultura en varios rincones del litoral argentino.
El 7 de octubre se conmemora el Día de Nuestra Señora del Rosario, una fecha que combina historia, espiritualidad y tradición en Argentina. La Virgen del Rosario es patrona de ciudades como Rosario, Santa Fe, Rosario de la Frontera, Salta, Paraná, Suipacha y Alberti, y su devoción se centra en el rosario, considerado por el catolicismo como la “escuela de oración”.
El origen de esta festividad se remonta al año 1208, cuando Domingo de Guzmán, presbítero español, recibió la visita de la Virgen María en un monasterio de Prouilhe, Francia. María le enseñó a rezar con el rosario para difundir esta práctica entre los creyentes, marcando el inicio de una tradición que trascendería generaciones.
Un legado de fe y victorias
La intercesión de la Virgen se vinculó con importantes eventos históricos. Entre ellos, la Batalla de Muret y, especialmente, la Batalla de Lepanto en 1571, donde los soldados cristianos atribuyeron su victoria al rezo del rosario. Estos hechos consolidaron su figura y llevaron al Papa Pío V a establecer oficialmente el 7 de octubre como el Día de Nuestra Señora del Rosario, también conocido como Día de Nuestra Señora de las Victorias.
Antes de la celebración, los fieles realizan la novena, nueve días consecutivos de oración que inician el 28 de septiembre y culminan el 6 de octubre, dedicando plegarias por la paz, la salud y la protección de los hogares. La oración a la Virgen invoca su guía, fortalecimiento espiritual y bendición sobre todos los creyentes, recordando su papel como Madre de la Iglesia y Reina del Cielo.
La festividad del Día de Nuestra Señora del Rosario es, así, una oportunidad para reforzar la fe, conectar con la tradición y mantener viva una de las advocaciones marianas más veneradas en Argentina y el mundo.
ORACIÓN A LA VIRGEN DEL ROSARIO