En el día de la celebración de la vida, el sacerdote misionero redentorista Rodrigo Vélez, desde el continente asiático, comentó la experiencia de ser Misionero de la Esperanza.
Desde Japón, en contacto con la radio AM local, habló de la experiencia de transmitir el evangelio, la copiosa y abundante Redención en esas lejanas tierras, sin dejar de recordar a las comunidades redentoristas de la ciudad, de la zona rural, del trabajo pastoral con diferentes áreas, quedando un grato recuerdo de la Pastoral Juvenil Redentorista de Goya.
En el diálogo mantenido en horas de la mañana argentina, transmitió el mensaje de fe y esperanza a las comunidades, mencionando que “añora” los “mates y el asado de estos pagos”.
LA DIFERENCIA HORARIA Y CULTURAL SE ACORTA EN LA FRATERNIDAD
“En Japón concluimos la jornada (10,40 hora argentina), terminamos de cenar con los hermanos, celebrando el regalo de la vida, del cumpleaños, agradecido por este obsequio y poder hacerlo en comunidad”, refirió Rodrigo Vélez.
Consultado el religioso sobre las características y acciones del trabajo misionero en Japón, sostuvo: “La misión uno la vive desde su propio suelo, en mi caso desde Salta natal. Una vez que inicié el camino vocacional, en diferentes lugares de Argentina, como el caso de Goya, en ese recorrido el llamado se hace fuerte e intenso para “ir hacia donde el Señor nos llama”, invitándonos a cruzar fronteras, cultura, idiomas. Es la tercera vez que estoy en Asia, en un continente diferente y diverso en cultura e idioma. Antes estuve en Filipinas, Tailandia, ahora en Japón. Es un regalo, una invitación de Dios para compartir la fe con los hermanos”.
LA PRESENCIA DE DIOS: UN REGALO PARA LA VIDA
Ahondando en la experiencia misionera, sostuvo: “Mucha gente que no es cristiana, que compartimos el ser familia, nuestra fraternidad, descubrir allí el regalo de la presencia de Dios, es un aprendizaje continuo. Así lo entiendo, me lleva a este reconocimiento y gratitud con el Señor”.
“Con los jóvenes y la educación, en Japón es una situación difícil, en relación a la Iglesia Católica -ahondó el sacerdote-, porque está compuesta por personas mayores de 60 - 70 años. De aquí a 20 años no existe una perspectiva para la continuidad de la fe, porque los jóvenes no han recibido, no han heredado, están ausentes, no han podido darle la continuidad a la fe. Es el gran desafío, que sucede en las otras religiones que se vive acá, es como un distanciamiento entre los jóvenes y la fe”.
“HACHIMAN SHRINE DE HATSUDAI”: SANTUARIO DE LOS GUERREROS
El sacerdote, en el diálogo radial, como muestra de los aspectos culturales de ese país, indicó: “Hace unos días pude participar en un Santuario Sintoísta donde celebran el “Omikoshi” para sacar en procesión sus reliquias y pedir purificación y bendiciones a la comunidad, una experiencia llena de vida y color, muchos jóvenes con tradicionales kimonos y feria de comidas y kermés, un sabor bien popular. Muchos de esos jóvenes desconocían porque estaban en ese espacio, se requiere un acompañamiento, quien comparta esa sabiduría. Estos son los reflejos de la realidad en este lugar del mundo”.
PAGO AÑORADO
El misionero, en la comunicación, destacó: “Este gesto de comunicación me permite afianzar el cariño hacia la comunidad de Goya, después de Salta, es mi segundo hogar. Por eso el saludo a las comunidades rurales, a todos aquellos de la gran Familia Redentorista que hemos compartido gratos momentos. Uno acá añora el mate, la torta frita, la torta asada, y el asado que hace Héctor (“Carozo”). Hace un año que no consumo carne vacuna, porque no se cuenta con ese producto en Japón”, agregó.
LA MISIÓN COMPARTIDA
“Hace 20 años, cuando empezamos a trabajar con la figura del laico comprometido en la Pastoral Juvenil, la necesidad de la incorporación del asesor laico, es una alegría ser parte de este cometido: la Misión Compartida. Por eso, el renovado saludo a todos esos agentes pastorales que ponen su servicio a favor de la extensión del reino y la evangelización”, concluyó.
Dirección de Prensa - Municipalidad de Goya