En una reciente entrevista con FM Norte, Eduardo Alal, el empresario detrás de la planta fabril de Emilio Alal, compartió detalles sobre la actual situación de la empresa. La realidad es que Emilio Alal enfrenta desafíos significativos, siendo la última planta textil en detener parcialmente su producción debido a un exceso de stock.

 Alal explicó que la empresa actualmente tiene un gran excedente de stock, lo cual ha llevado a la necesidad de reducirlo, ya que no cuentan con suficiente espacio de almacenamiento. Como resultado, una sección de la planta ha tenido que detener su producción, mientras que otra parte continúa operando a pleno rendimiento.

El empresario describió el escenario de la siguiente manera, "Para que se entienda, una parte del hilado más caro que se produce ha tenido que parar. En la actualidad, los clientes están optando por productos de menor valor, similar a lo que sucede en las góndolas de los supermercados donde existen las llamadas ‘marcas blancas’ o de segunda marca que son más económicas."

A pesar de estos desafíos, la planta de hilado continuo y otra que no acumula stock seguirán en funcionamiento. El objetivo es claro: seguir vendiendo y generar ingresos que cubran los salarios, los insumos logísticos y otros gastos operativos.

En cuanto a los trabajadores de la empresa, Alal fue enfático al señalar que "la empresa invierte mucho dinero y tiempo en capacitar a su gente, formar al personal y calificarlo para una tarea de la industria. No está en la imaginación de ningún empresario deshacerse de personas a las que ha dedicado tanto tiempo en formar. Dicho esto, el 100 por ciento de los trabajadores que se van a casa volverán a trabajar de inmediato una vez que retomemos el ritmo normal de producción".

A pesar de la incertidumbre que rodea a la industria textil, Alal se mantiene optimista. Con 69 años de edad y con varias crisis económicas a sus espaldas, el empresario mantiene una visión positiva del futuro. "Nuestra perspectiva fundamental siempre es preservar las fuentes de trabajo y el personal que tenemos. A pesar de las dificultades, seguimos adelante, siendo austeros y mirando al futuro con esperanza", afirmó.

La entrevista concluyó con Alal reiterando su compromiso de no despedir a ningún trabajador. "Vamos a hacer un compás de espera para gastar menos energía, producir solamente el hilado que se está vendiendo y retomar con fuerza la actividad en el menor tiempo posible", afirmó.

La situación actual de Emilio Alal es un reflejo de los desafíos que enfrenta la industria textil en su conjunto. Pero con líderes empresariales como Eduardo Alal al frente, hay esperanza de que la industria pueda superar estos desafíos y continuar prosperando. A pesar de las dificultades actuales, la resiliencia y la determinación son evidentes, y la visión optimista de Alal para el futuro de la empresa y la industria en general es una chispa de esperanza en estos tiempos difíciles.

PALABRAS DE ALAL

El empresario dijo textualmente: "La situación nuestra es que tenemos mucho stock, necesitamos bajarlo porque no tenemos espacio. Vamos a parar una parte de la planta, otra parte va a seguir trabajando. Para que se entienda representa  parte del hilado más caro que se hace. Así como en la góndola existen productos de segunda marca para pagar menos, los clientes están comprando hilado de menor valor. Tenemos la de hilado continuo y otra que no acumula stock, esa parte va a seguir funcionando para seguir vendiendo y generando recursos para pagar sueldos, insumos logísticos, en fin. Y la otra vamos a parar una parte de la planta, un 30 por ciento que se irá a su casa y va a cobrar el 80 por ciento. Y ni bien podamos arrancar de vuelta, lo haremos lo antes posible. Esa gente volverá a trabajar y retomaremos el 100 por ciento como en este momento. Ahora trabajamos al 100 por ciento y vamos a trabajar en el 70 por ciento en unos días. Esa merma puede ser por 60 o 30 días, el menor tiempo posible."

Alal recalcó que "La fábrica funciona todos los días del año, todas las horas. La empresa invierte mucho dinero y tiempo en capacitar a su gente, en formar a la dotación de personal y en calificarla para una tarea de la industria. No está en la imaginación de ningún empresario desprenderse de gente a la que llevó tanto tiempo capacitar. Dicho esto, el 100 por ciento de la gente que va a su casa vuelve a trabajar inmediatamente ni bien retomemos el ritmo.

"Yo tengo 69 años, no soy un niño, tengo unos años y hemos tenido crisis. Hemos pasado en la convertibilidad un momento complicado porque se abrió la economía indiscriminadamente, pero siempre hay que ser optimista. Nuestra perspectiva fundamental siempre es preservar la fuente de trabajo y preservar el personal que tenemos, básicamente eso, y seguir adelante siendo austeros y mirar el futuro con esperanza. Este, para mí, es un gran país y vamos a salir adelante con seguridad. En cuanto el Estado mejore su funcionamiento, se haga más competitivo, se tenga un equilibrio fiscal y se puedan arreglar los impuestos que son los que ahuyentan la inversión, vamos a salir adelante, en eso estamos.

"El personal ya un poco ya estaba esperando que ocurriera esto porque, a decir verdad, toda la industria textil ha parado 60 días con altos stocks y nosotros somos los últimos en parar, la última planta industrial textil en parar por exceso de stock es Emilio Alal. Todas han parado un poco. Estábamos tratando de zafar de la situación, pero no podemos porque no hay lugar y el hilado no se puede tener en la intemperie, y hay que cuidarlo. Es una cosa que se deteriora con mucha facilidad, pero estoy seguro de que vamos a parar el menor tiempo posible y cuando arranquemos, seguramente la gente va a volver al 100 por ciento a su trabajo y a sus tareas normales y a seguir produciendo como hasta ahora, el 100 por ciento.

"Quiero dejar en claro que yo hablo por nuestra empresa, no hablo por otras. A veces por ahí se encubre la necesidad de despedir gente con una suspensión previa. No es nuestra situación. Nosotros no vamos a despedir gente, no vamos a prescindir de ningún personal. Vamos a hacer un compás de espera para gastar menos energía, hacer solamente el hilado que se está vendiendo y retomar con fuerza la actividad en el menor tiempo posible”, expresó.