En el marco del Día de la Mujer, Teresa Barboza, trabajadora del Merendero Piecitos Descalzos, comparte su testimonio conmovedor sobre los desafíos que enfrentan las mujeres en la sociedad.
A través de una entrevista en el programa AM de FM Norte, Teresa relata su experiencia personal de violencia de género y destaca la labor del merendero, que lleva 20 años brindando ayuda a niños y ancianos en situación de vulnerabilidad. Con el apoyo de amigos, EL ex intendente Ignacio Osella y el actual jefe comunal Mariano Hormaechea el merendero ofrece alimentos a familias numerosas, además de brindar apoyo en casos de violencia familiar o de género. Teresa, a pesar de su enfermedad, continúa luchando y alentando a las mujeres a buscar ayuda y denunciar la violencia de género para proteger a los más vulnerables, los niños.
En el programa AM de FM Norte, Teresa Barboza, trabajadora incansable del Merendero Piecitos Descalzos, compartió su testimonio en relación al Día de la Mujer. Su experiencia personal de violencia de género refleja la realidad que muchas mujeres en Goya y en todo el mundo enfrentan. Con valentía, Teresa habló sobre los problemas que atraviesa y que son compartidos por muchas mujeres en la ciudad.
El Merendero Piecitos Descalzos, ubicado en el barrio Esperanza por calle San Luis, lleva 20 años funcionando con el objetivo de atender las necesidades de la comunidad, especialmente de aquellos niños y ancianos que se encuentran en estado de vulnerabilidad. Teresa destacó el apoyo recibido por parte de un grupo de amigos, así como la colaboración de los ex intendentes Ignacio Osella y el actual jefe comunal Mariano Hormaechea. "Ahora nos ayudan el 100 por ciento, incluyendo carne y verdura. Damos desayuno con torta frita o asada, y en la cena ofrecemos risotto de pollo, carne o tuco. Vamos variando", explicó Teresa.
El merendero no solo brinda alimentos a las familias necesitadas, sino que también se involucra en casos de violencia familiar o de género. Teresa mencionó que ha tenido que llamar a la directora de la Mujer, Agustina Montenegro, en situaciones de violencia de género, ya que muchas mujeres le cuentan que sufren maltrato por parte de sus parejas, y los niños son testigos de estas situaciones dolorosas.
Teresa hizo hincapié en la importancia de estar presentes y unidas como mujeres. "Tenemos que estar, es difícil, pero tenemos que luchar y estar unidas las mujeres. Y si hay violencia de género, salir a luchar y a contar. Yo pasé por lo mismo y era muy feo, y en ese tiempo no había apoyo", expresó emocionada. Además, compartió su experiencia personal de buscar asesoramiento legal para poner fin a sus problemas personales.
La protección de los hijos es un factor fundamental para Teresa, quien resaltó que los niños que asisten al merendero son los más afectados por presenciar situaciones de violencia y escuchar palabras inadecuadas para su edad. Por eso, alentó a las mujeres a buscar ayuda y denunciar la violencia de género, para proteger a los más vulnerables y evitar un daño psicológico duradero.
A pesar de enfrentar su propia enfermedad, Teresa continúa trabajando incansablemente en el merendero, brindando apoyo a las familias necesitadas y siendo un ejemplo de valentía y lucha en la comunidad. "Gracias a Dios estamos todos los días a full", afirmó.
El testimonio de Teresa Barboza nos recuerda la importancia de visibilizar y abordar la violencia de género, así como el papel fundamental que desempeñan los merenderos y las organizaciones comunitarias en la protección y el apoyo a las personas más vulnerables de nuestra sociedad. La señora Barboza envió sus saludos a todas las mujeres y las exhortó a seguir luchando por sus familias.