En una entrevista con el noticiero “Gigared Noticias”, Giménez compartió sus sentimientos encontrados sobre su regreso a Goya: “Nunca me fui, permanentemente siempre volvía por el tema del movimiento 'Mar Adentro'. Es una alegría volver a Goya y también es un cierto dolor de dejar Curuzú porque realmente me sentí cómodo, disfruté mucho. Había un proceso que se había iniciado de transformación. Esos procesos, si uno los mira humanamente podría decir que quedaron truncos. Pero si lo miramos desde el lado de la fe, podemos decir que los procesos los lleva adelante Dios.  Y somos meros instrumentos de él  y ponemos ese proceso en manos de Dios. Hay un cierto dolor y una alegría por volver a Goya porque realmente quiero mucho a Goya. Quiero mucho a los goyanos y también a Curuzú. Entonces, es una mezcla de alegría y de dolor, como un parto”.

 

El Padre Ariel también destacó la importancia de su tiempo en Curuzú Cuatia: “Llegué justo a Curuzu cuando cumplí los 40 años. Justo en esa edad vital de la existencia que me ayudó a madurar en algunas cosas de mi vida personal, de mi ministerio sacerdotal. Dios lo tuvo todo pensado y fue el lugar apropiado para madurar. Hay algunas cosas propias para asumir esta nueva misión”.

 

Durante su tiempo en Curuzú, Giménez tuvo la oportunidad de escribir un libro, algo que había querido hacer durante mucho tiempo. Este libro, que aún no ha sido presentado, será lanzado en Goya. Además, terminó de escribir otro libro antes de su regreso a Goya, que actualmente se encuentra en imprenta.

 

El Padre Ariel concluyó su entrevista recordando con cariño las fiestas patrias en Curuzú y cómo se vive en un pueblo un poco más pequeño y tradicional que Goya.