Rogelio Ayala dará un curso intensivo, con un costo de 25 mil pesos. Asegura que cualquiera puede hablar en público, inclusive los tímidos. Y que solo se trata de ejercitarse. Y explicó que el miedo a hablar en público puede ayudar a la persona y que lo importante de la oratoria es la credibilidad porque debe convencer y no ser un charlatán.
Organizado por el Club de Emprendedores se invita a participar del curso de oratoria que ofrecerá Rogelio Ayala. Un Taller Presencial Intensivo con 20 horas de curso, con una plaza destinada a 16 participantes a dictarse desde el próximo 17 al 21 de abril en el horario de 14 a 18 horas en la sede del Club de Emprendedores, Colón 871. La invitación anima a la formación, un taller 100% práctico para desarrollar habilidades y autoconfianza. El costo del curso es de 25 mil pesos.
Rogelio Ayala vivió mucho tiempo en España. Ahora, de vuelta en la Argentina quiere comunicar sus conocimientos sobre ese arte que es la oratoria.
Estuvo en el programa “Magazine” que conduce el licenciado Francisco Di Filippo por FM Norte.
“El taller de oratoria ayuda a que la gente se comunique, y hable mejor en público. Esto tiene su dificultad, a veces uno tiene cierto miedo y esto normalmente se transmite al publico. Pero todos estos miedos se pueden vencer con la práctica, con el ejercicio. El taller tiene una parte teórica que no es muy complicado. Todos sabemos qué es lo que nos gusta y que no nos gusta cuando vemos a una persona hablando. Cuándo le creemos y cuándo no lo creemos. El taller es práctico, de lunes a viernes, durante cuatro horas diarias. Son ejercicios prácticos para diferentes circunstancias, la gente que participa tiene que estar hablando en público sobre diferentes temas y esa exposición hace que poco a poco uno se vaya soltando”.
“El taller se dictará de lunes a viernes desde las 14 a 18 horas. Pero además de esa carga horaria presencial, los participantes tendrán que emplear un par de horas más en su casa preparando un discurso que tendrán que ir dando. Si la persona está trabajando tendrá que ver cómo se arregla durante esa semana porque es intensivo, muy exigente y se trata de aprovechar el tiempo y el dinero que uno está pagando”, explicó Rogelio en declaraciones a FM Norte.
“Esto es una inversión. Yo creo que es rentable hablar y comunicar mejor a cambio de cierto dinero”, aseguró el especialista en oratoria.
“Hay gente tímida que habla poco generalmente, y a esa gente hay que buscar ponerla en situación en la cual tenga que estar hablando y finalmente comprobar que todo es una cuestión de ejercicio. Es como andar en bicicleta, uno se sube, se cae, se golpea, vuelve a subir pero no debe parar por eso del intento de hablar. Todo se puede superar. El miedo es amigo de la persona que tiene que hablar el público. Porque el miedo advierte sobre qué debe tener en cuenta para no hablar de algo que no sabe porque la gente se va a dar cuenta. Estar seguro de lo que está diciendo”, etc.
“Para el orador, lo más importante es su credibilidad. Por lo tanto tiene que transmitir que es cierto lo que está diciendo, que siente lo que está diciendo, un orador no es un charlatán. Es una persona que está transmitiendo con mayor efectividad un mensaje que quiere dar. Pero antes de darlo tiene que creer en el mensaje que está dando, tiene que estar diciendo la verdad porque el público lo va a notar, mas allá del texto de lo que esté diciendo se nota en la forma en que lo está diciendo. Todos podemos ser un buen comunicador si decimos la verdad”.
UN EJEMPLO
Ayala puso un ejemplo de la vida real de lo útil que puede ser su curso: “Había un muchacho que estaba a punto de abandonar su carrera universitaria, le faltaba solamente presentar la tesis. Pero no se atrevía a presentar la tesis. El tema es que después del primer día de la tesis. Se acercó a mi y me dijo “no voy a abandonar mi carrera, voy a presentar mi tesis”. El problema para estudiantes universitarios es que después de varios años de carrera tengan que presentarse ante un tribunal y se juegan su licenciatura pues según cómo lo exponen en ese momento y en esto el miedo los suele paralizar. El tema es que este buen muchacho ratificó que no iba a huir de ese desafío de hacer la tesis, gracias a curso de oratoria”, comentó Ayala.