Por César López – Técnico Superior en Turismo
Esta semana es propicia para recordar a una estampa épica y errante que representa a la cultura nacional, el gaucho. Se conmemora la primera publicación de la obra “El Gaucho Martín Fierro”, un personaje que cobró vida en la poética romántica de José Hernández.
Un 6 de diciembre del año 1872, se publicó este clásico de la literatura argentina y por esa razón, en esa fecha se celebra el Día Nacional del Gaucho. Fue un paradigma, un antes y un después, no solo en la cultura gauchesca, sino también, en el ideario de nuestro pueblo. Es un símbolo de la raíz mestiza, que fundó su historia galopando por los campos, en la hora azul de sus atardeceres, cercado por las estrellas, a la luz de su poesía. En su momento, la imagen del gaucho fue vapuleada por miradas etnocentristas que intentaron mutilar las alas de su solitario vuelo, sin embargo, no pudieron silenciar la voz de su canto tan genuino y popular. Por eso, hoy es un emblema del folklore y la tradición argentina. Es referente de los valores intangibles que deben fortalecer a esta nación: el amor por la patria chica, el coraje, la lealtad y la sed de justicia. ES UN LEGENDARIO HÉROE DE LAS PAMPAS que cabalga en libertad con boleadoras, poncho, lazo y cuchillo. Músico de pura cepa, anda con su guitarra, recita coplas y por medio de una puja poética se disputa en las pulperías con otro payador, declamando vivencias y sentimientos que experimentó en su destino.
Cuentan que José Hernández terminó de escribir la primera edición del Martín Fierro en el Gran Hotel Argentino de Buenos Aires. Hotel que fue demolido en el año 1929 y en su lugar funciona la Agencia Federal de Inteligencia, a pasos de la Casa Rosada. Otro testimonio que evidencia, cómo el turismo, la historia y el arte se funden en una misma esencia.
Para finalizar, cabe resaltar que deberíamos imitar los sentimientos de fidelidad a su tierra del personaje épico que ilustró José Hernández. Porque Martín a pesar de ser de Fierro, dos lagrimones le rodaron por la cara, al alejarse de sus pagos. Bien lo dijo Don Atahualpa Yupanqui: “CUANDO SE ABANDONA EL PAGO Y SE EMPIEZA A REPECHAR, TIRA EL CABALLO ADELANTE, Y EL ALMA TIRA PA' TRÁS.” El alma del gaucho es el mapa que nos conduce por el cauce correntoso de nuestra identidad.
EL GAUCHO ARGENTINO: ALMA ESCONDIDA DE SUEÑOS E IDENTIDAD
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