El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramon Canecin, ordenó diácono permanente a Antonio Anibal Santiago Ayala, durante la misa del domingo 22 de agosto en la parroquia San Ramón de la ciudad fronteriza de Monte Caseros.
El nuevo diácono permanente trabajará en comunión con el obispo y su presbiterio “al servicio del Pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la Palabra y la caridad” subrayó el Obispo. Concelebro el párroco presbítero Renato Perez acompañado de algunos diáconos.
Antonio Ayala, nació hace 70 en Monte Caseros, casado con Emilia Elisa, tiene cinco hijos y cinco nietos, es profesor en Ciencias Sociales y desarrolló siempre su actividad al servicio de la Iglesia en la parroquia San Ramón de Monte Caseros. Realizó su formación para el diaconado en la Escuela de Ministerios San Lorenzo de la Diócesis de Goya.
El obispo inició su homilía recordando que estamos transitando el Año Jubilar Diocesano: “Este caminar juntos, que no es una moda, sino que tiene que ver con la Santísima Trinidad” y recordó una canción del extinto padre Julian Zini: “Dios Familia” que expresa en una estrofa, ”Y es que Dios, es Dios familia, Dios amor, Dios Trinidad. De tal palo tal astilla somos su comunidad”.
“La Iglesia está llamada a caminar juntos” y, remarcando que asumimos el mandato del Papa Francisco, “una palabra antigua, que es sinodal” renovando el llamados a”caminar juntos, laicos, diáconos, consagrados, presbíteros” para ser la “Iglesia que el Señor soñó al fundar”.
Dirigiéndose al nuevo diácono expreso “serás un servidor de esta Iglesia y, con tu diaconía tendrás que reflejar esto, ayudarnos vivir” este mandato misionero, que “es una hermosa tarea y vocación” que es “testimoniar a Jesucristo” porque solo “El es el camino, nadie va al Padre sino es por el”.
“Yo Señor, soy tu servidor” es el lema elegido por el nuevo diácono, extractado del salmo 116 y “esta expresión nos remite a Jesucristo, porque Jesucristo es el Señor y, por amor al Padre, fue servidor de los hombres” fue la idea fuerte que marcó la predicación del Obispo diocesano.
“La Iglesia fue fundada por Jesucristo para que sea una prolongación de Cristo siervo”, porque la Iglesia "no está para sí misma, sino para lavar los pies a la humanidad, para servir” subrayó.
“La Iglesia es sirvienta de la humanidad” y es la gran propuesta a “vivir esto como bautizados” animando a todos a “adoptar como un lema personal” porque es un programa de vida, así como es para toda la Diócesis el lema diocesano “Vayan juntos y testimonien mi vida”, que animará la novena patronal de San Ramón, que dio inicio con esta ordenación diaconal.
Monseñor Adolfo Canecin , recordó que es un “mandato misionero” destacando el carácter imperativo, es una “orden que no es opcional” que es para todos los bautizados, con el cual “El Señor nos va llamando” pero no de cualquier manera “sino que vayan juntos”, porque “no se puede ir como un franco tirador”, por eso necesitamos “la conversión personal, comunitaria, y pastoral”.
Asimismo, afirmó que “el diácono es un signo sacramental que nos recuerda a todos los bautizados que nuestra vocación es el servicio y no ser servido, que nuestra vocación siempre está en salida, buscando pies para lavar”.
En ese sentido, el obispo señaló que el diácono “esta a la escucha y nuestros hermanos son los señores a quienes tenemos que servir. El diácono encarna a Cristo siervo y es una ayuda memoria para todos” destacando “hermosa y que bella oportunidad nos regala el Señor a todos, ser servidores”.
Puntualizó luego que “el diaconado no es quedarse muros adentros sino traspasar el umbral hacia afuera” por eso “serás servidor de la Palabra, servidor de la Liturgia y servidor en la caridad, y ahí tenemos las tres virtudes teologales”.
Finalmente alentó a no perder “la esperanza” que proviene de la Palabra del señor al que deben “escuchar y servir”.-