Racing volvió a hacerse fuerte en el Estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini y, con un golazo de Adrián Martínez, se quedó con una nueva edición del Clásico de Avellaneda.
El goleador -llegó a las 6 conquistas- sentenció el partido con la resolución del VAR, tras un offside que le habían cobrado en primera instancia. El suspenso se apoderó de todo el estadio por unos segundos, hasta que se comprobó que el pase de Zuculini fue una "Maravilla" y la definición del delantero otra obra de arte: gambeta a Rey y toque de derecha a la red.
El Rojo no vence a su clásico rival en su estadio desde la Liga Profesional 2021, pero además solo se llevó dos victorias en los últimos ocho enfrentamientos.
Al dinámico primer tiempo solo le faltó el gol por cómo lo intentaron ambos equipos.
Comenzó mejor el Rojo con un Alex Luna intratable que hizo amonestar a Tobías Rubio y Facundo Mura, los dos que justamente juegan por su lado, y que generó casi todas las ocasiones del local.
Primero con un remate al lado del palo, en la primera situación de riesgo del partido, después con un cabezazo que se fue afuera por muy poco y, por último, con un buen centro a Alexis Canelo que justo se desvió en un defensor de la Academia, sino el cabezazo iba directo al arco.
Sin embargo, la visita reaccionó casi al cuarto de hora y, desde entonces, se jugó golpe por golpe. Tuvo las mejores chances a través de Adrián Martínez y Maximiliano Salas, pero tampoco pudieron convertir.
Ni siquiera cuando a Maravilla Martínez le quedó servido el gol debajo del arco defendido por Rodrigo Rey, quien respondió cada vez que lo exigieron.
Fue una primera parte muy dinámica, con pocas faltas y por momentos con los equipos, que recién bajaron los decibeles faltando cinco minutos, partidos.
En el complemento, ninguno lograba apoderarse definitivamente del clásico. Ni Independiente de la mano de Federico Mancuello, más allá de las electrizantes apariciones de Luna; ni Racing con un Juanfer intermitente que aparecía a cuentagotas.
Lo que pesó más en la balanza fue un recurso estudiado que a Costas le dio resultado: meter pelotas a espaldas de los centrales, algo que suele dañar al Rojo. Lo hizo en la primera parte. Y en el complemento, cuando poco pasaba, Racing dio el golpe con ea fórmula.
No fue un pelotazo por arriba; al contrario. Mauricio Isla falló un pase con su equipo en ataque, Juanfer jugó rápido para Bruno Zuculini, quien habilitó a Maravilla entre Juan Fedorco e Iván Marcone.
El goleador eludió a Rey y anotó, pero Gabriel Chade, el asistente número 1 de quien se había hablado en la semana por antecedentes en contra del Rojo, levantó la bandera por un offside que no existió.
El VAR corrigió y se convalidó el 1-0. El festejo se hizo esperar porque el suspenso atrapó hasta los propios relatores.