Leo no sólo no será titular: tampoco estará para entrar. Enorme gesto del capitán que viajó incluso sabiendo que no iba a poder jugar.
La Selección ya está en el Hernando Siles. Y con más noticias. Lionel Messi, como publicó Olé, no jugará de entrada. Y tampoco irá al banco de suplentes. Es decir, no estará disponible para jugar, finalmente, ante Bolivia.
La presencia del 10 ya estaba seriamente complicada por razones lógicas. Lleva cuatro día casi sin entrenarse, lo que implica un riesgo para cualquier jugador (aunque Messi no sea como todos los mortales).
Sólo hizo movimientos de recuperación livianos el viernes, sábado y domingo. Y sin actividad en la cancha de The Strongest, el lunes. Que no se pusiera ni siquiera los botines en La Paz, hizo ver que realmente la duda era más grande de la esperada. Y finalmente, se supo que no irá de entrada y tampoco al banco.
Al principio, cuando se tomó la decisión de que vuele a Bolivia, era para sumar minutos. O de titular. O entrando. Lo dijo Scaloni: "Si viaja, es porque está para jugar". Pero ya en Bolivia, ese escenario cambio. Que no se haya movido ni un poquito en la última práctica, ni siquiera haciendo un regenerativo, fue una señal inequívoca de que el capitán no estaba bien.