El combinado charrúa igualó 0-0 en un exigente compromiso ante uno de los equipos más fuertes de Asia en el Education City Stadium.
La imagen final, con el 0-0 consumado, con cinco coreanos tirados en el campo del Education City Stadium, elongando, a punto del calambre, habla de lo que corrió, metió y jugó Corea del Sur, para sacarle un puntito a la Celeste. Porque el equipo de Diego Alonso, sin ser una maravilla, mereció un poco más en la tarde/noche de Doha.
En un grupo que pinta súper parejo y sin ningún favorito claro, para Uruguay era clave arrancar ganando. Y si bien se paró de entrada con ansias de ser protagonista, con Bentancur saliendo desde el fondo con la bola, intentando conectar con los internos Valverde y Vecino, le costó progresar mucho en el juego y sobre todo generar sociedades. Porque el 4-3-3 pintaba tentador, pero Suárez primero y Cavani después, quedaron totalmente aislados.
Corea, con un 4-2-3-1, intentó disputarle la pelota, hacerlo retroceder a Uruguay y por momentos lo consiguió. Tuvo una muy clara en el primer tiempo, cuando tras un centro de la derecha, Hwang Ui-Jo casi desde el punto del penal la tiró por arriba. Pero, Uruguay, que por momentos perdió el control del partido fue el que tuvo las situaciones más claras: en la primera parte, un cabezazo del eterno Godín (jugó los 90' y no tuvo rastros de la lesión que lo marginó todo la segunda parte del año en Vélez) dio en el palo y sobre el final del match, cuando las piernas de los coreanos dejaron de responder, Pajarito Valverde metió un fierrazo que dio en el palo.
En general, a la Celeste le cuestan los partidos que debe protagonizar. Y este no fue la excepción. El valor del punto, que ahora suena a poco por las dos bolas en los postes, tendrá real dimensión el lunes después de enfrentarse ante la Portugal de Cristiano. Por ahora, es Uruguay que ni ni ni.