En la costanera va tomando forma el adoquinado del Paseo del Poeta. Se trata de la colocación de una especie de ladrillos de hormigón. Son bastante sólidos y este sábado a la mañana, los obreros con ayuda de un carrito estaban acopiando varios centenares de esos adoquines en todo lo largo del trayecto del Paseo, que va desde la altura de la calle Mariano I. Loza hasta el ex El Club Náutico, hoy reconvertida en una nueva cervecería.
Los primeros metros del adoquinado, pues de eso se trata, se colocaron en la parte inicial del Paseo, por calle 12 de Octubre.
El adoquinado, es decir su colocación es pagada por la Municipalidad pero en los hechos es ejecutada por la Cooperativa Flor de Lapacho, que preside su eterno titular Hugo Pereyra, que ya se ha encargado de otras obras similares como los hechos en el barrio Sargento Cabral, o la de la calle Las Azaleas. O en el barrio Ñanderoga, más precisamente en la calle Alberdi. Hace poco se hizo en la calle Alvear, desde Evaristo López a la costa del río en calle Paraguay y ahora está haciéndose realidad el proyecto para adoquinar el Paseo del Poeta y otros sectores.
El pavimento de adoquín es un tipo de pavimento inter trabado que se viene imponiendo en varias localidades, como consecuencia de sus ventajas: fácil y rápida ejecución, fácil reparación, entre otras. Se destaca que el método de colocación fue artesanal.
La pequeña pero importante obra promete ser el inicio de un esperado trabajo de recuperación y valorización del Paseo del Poeta, que actualmente reclama arreglos, la colocación de las cadenas de hierro que en otro tiempo recorrían el borde del Paseo y son verdaderamente necesarios por una cuestión elemental de seguridad habida cuenta que un mal paso puede llevar al paseante a la profundidad del rio sin más trámites. También, el Paseo está despojado de esos faroles de estilo colonial que supo tener en un pasado que parece distante y que le daban un toque de elegancia al Paseo y está retratado en esas postales que publican en redes sociales algunos goyanos que viven lejos de la ciudad pero que no corresponden ya con la realidad palpable de la realidad que se observa en el presente. Seguramente esta obra podría ser el inicio de un trabajo para devolverle su hermosura al querido Paseo del Poeta, la carta de presentación al turista.